¡La tecnología entró en nuestras vidas para quedarse para siempre!
En nuestro día a día la tecnología está en
todas partes, una de las principales es el proceso de enseñanza y aprendizaje
de nuevas lenguas.
El uso de las TICs ha mejorado la calidad en
el aprendizaje de una lengua, ya que favorece el aprendizaje y trabajo real y autónomo
y proporciona una continua autoevaluación y feedback para el aprendiente. Ayuda
a la mejora de las destrezas con una gran variedad de tareas de comprensión y
expresión oral y escrita, como el uso del correo electrónico, de diferentes
aplicaciones para diversas utilidades, participación en foros, blogs, etc. Además,
fomenta el pensamiento crítico desarrollando habilidades en la búsqueda y procesamiento
de la información, vinculado a la formación de conceptos, comprensión y selección
de la información adecuada.
La incorporación de la tecnología en la enseñanza
de una lengua hace que este proceso sea divertido y motivador, ya que no
tenemos como único protagonista el libro de texto, sino que es el aprendiz el centro
de su aprendizaje. La relación docente-alumno se amplía fuera del aula favoreciendo
que el aprendizaje de una lengua pueda hacerse en cualquier momento y lugar,
atendiendo, a la misma vez, a la diversidad de necesidades que pueden presentar
los alumnos.
Un aspecto muy importante y enriquecedor es el
intercambio que surge en las redes, las relaciones que se establecen con otras
personas pertenecientes a diferentes países favorecen el conocimiento de la cultura,
nos acerca a estar más en contacto con otras culturas y sus hablantes.
Sin ninguna duda, la tecnología se ha convertido
en un factor muy importante en nuestra vida, que la ha hecho más fácil y en algunos
ámbitos más real.
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